Un estudio económico realizado por la firma internacional Nathan Associates para el Canal de Panamá, entregado en 2012, indicó que los escenarios posteriores a la construcción se concentran en el impacto de un mayor tráfico de buques y contenedores a través de la vía.
En ese momento, cifró una inversión para el mantenimiento del Canal de US$20,2 millones e inversiones adicionales en el clúster logístico de US$1,372 millones. Para el año 2025, se calculaba en ese entonces que la inversión en mantenimiento sería de unos US$24,6 millones.
Paralelamente, los buques necesitarán más y mejores servicios, dando lugar a un aumento directo en la producción del sector marítimo. Esto impactará directamente a las actividades de transporte y comunicaciones, que también son actores clave para la consolidación del hub global que aspira llegar a ser Panamá.
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La expectativa de las autoridades es que muchas actividades del esquema logístico atraerían inversiones adicionales estimuladas por las nuevas oportunidades estratégicas. Con el aumento en el tráfico del Canal, vendrán mayores oportunidades de transbordo, servicios intermodales y sistemas logísticos.
Esto visualiza un mejor panorama para el empleo, pues aunque este fue uno de los más beneficiados al inicio de la ampliación, una vez finalizada la obra el país se enfrenta al desafío de absorber a los miles de trabajadores que contrató. La situación se complica al visualizar que el 2015 fue el tercer año consecutivo en el que la tasa de desempleo creció en el país, situándose en 5.3%.
Apropiarse de la carga, no verla pasar
Con la apuesta es integrar los sectores portuarios, aéreos, terrestres y de servicios, para redefinir y diversificar la economía canalera. Si el país se queda solo a ver pasar los barcos, la mega obra podría convertirse en un gasto (bastante caro) en lugar de una inversión.
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Para Luciano Fernandes, director ejecutivo de la Cámara Marítima de Panamá, “hay que actuar rápido”, ya que una vez los barcos neopanamax empiecen a transitar, si no encuentran donde hacer sus operaciones en Panamá, se van a ir hasta su destino final. “No tenemos el mercado final para esta carga, pero tenemos todos los elementos para trascender de un hub regional a un hub global”, acotó.
La actividad logística y marítima representa el 33% de Producto Interno Bruto del país canalero y con una política logística bien ejecutada a futuro este aporte podría aumentar y consolidarse. Pero los retos son grandes y las brechas que acortar son hondas.
Por esto Tomás Ávila, secretario general de la Autoridad Marítima de Panamá, sentenció que el desarrollo logístico no será posible si no se refleja en el desarrollo social del país. “Estamos condenados a crecer”, y el sector logístico es el pilar con mayor potencial para liderar ese crecimiento.